¿Tienes una empresa? | Benito Alcaraz

En cualquier empresa convencional el objetivo principal es la rentabilidad, ganar dinero… Sin embargo ¿qué sucedería en una empresa que ganar dinero fuese el efecto secundario de realizar un trabajo excelente?

¿Qué ocurriría en una empresa si las personas que la integran no tuviesen su objetivo en el dinero que llevar a casa, sino en hacer lo que les apasiona? Es decir que incluso lo harían gratis, por el simple hecho de hacerlo.
Los productos o servicios, sin duda, además de excelentes serían el resultado de la pasión de alguien que construye para los demás algo que en el fondo ha realizado para él mismo.

El éxito en una empresa con esta filosofía está asegurado, pues, la excelencia humana sobrepasaría la mera fabricación o prestación de cualquier trabajo.
Abrir una puerta profundamente humana en una empresa es el camino a desarrollar lo mejor de cada miembro, no solo al servicio de la propia compañía, sino al servicio de toda la humanidad…
Saber por dónde empezar para intoxicar todo lo que se toca con el mismo espíritu con el que hemos nacido, es la clave para llegar al alma de cada persona en el idioma más internacional que existe, el del cariño y el del gusto por lo que se hace. Ya sean nuestros proveedores, nuestros empleados o nuestros clientes,
El verdadero éxito no es cuestión de magia, es cuestión de convertir lo que hacemos en algo humano, superando la barrera de lo, en muchos casos, necesariamente material.
Fabricar humanidad, en cualquier sentido, para los demás tiene como efecto secundario una gran rentabilidad para cualquier empresa.

Es un hecho demostrado que las personas con más éxito empresarial han puesto su pasión, siempre, por encima de los números. Steve Jobs, A. Ortega, Bill Gate, etc.

Te aseguro que si sabes cómo, es un milagro que cualquiera puede realizar.